Los beneficios del deporte para los niños

Indudablemente el deporte es vital para cualquier ser humano. Sin embargo, cuando el organismo se está desarrollando, los beneficios que trae consigo son mejores, especialmente en el área emocional y física de los niños.

Por esa y otras razones, es que se les hace fácil entablar conversaciones y crear amistades, no padecer enfermedades y ser más fuertes.

Lo más curioso es que el deporte en los niños los estimulará y les permitirá crear el hábito, desde temprana edad, de ser enérgicos, una cualidad fundamental en su cotidianidad.

¿Qué deporte debe practicar mi hijo?

Como papá o mamá, recae sobre ti ciertas responsabilidades sobre tu pequeño, motivo por el cual seguro frecuentas tomar la mayoría de sus decisiones e indicarle qué debe o no hacer. Ciertamente no está mal, pues los niños deben tener a alguien que los oriente y eduque. Pero cuando se trata de temas como practicar un deporte, debes darle toda la libertad en su elección.

No te alarmes si el deporte que escoja fue con base a su programa de televisión preferido, sus primos o amigos, ya que lo más probable es que sea así. Tampoco importa si el deporte que escoja es natación, futbol, tenis, atletismo, ciclismo o voleibol, cualquiera le brindará beneficios en distintas áreas, y que a continuación conocerás:

  • Salud

Hacer deporte implica exigirle al cuerpo esfuerzo, en uno más que en otros, pero al final siempre existirá dicha necesidad.

Como el entrenamiento es un excelente amigo para el desarrollo del cuerpo de los pequeños, de igual manera lo será para su estado de salud al convertirlos en grandes escudos contra diversas enfermedades, concediéndoles poder utilizar la energía que requieren y apartarlos del estrés.

Gracias al deporte podrán evitar la típica enfermedad que se ve en la niñez y que se lleva hasta toda la edad adulta: la obesidad. Impulsa a tu hijo a que deje atrás el sedentarismo y que los trayectos cortos los realice caminando.

Asimismo, el deporte los ayudará a mantener en total armonía su salud psíquica y mental al permitirles desahogarse, botar adrenalina, tener un buen estado de ánimo y no perder el control sobre sí mismos. Y sin duda alguna, hará que los distintos sistemas y órganos del cuerpo lleven a cabo sus respectivas funciones, pues a través de la práctica frecuente, entrenarán su sistema sanguíneo, óseo y respiratorio.

  • Seguridad

En los deportes grupales, los niños no se escaparán de incrementar su capacidad de seguridad, y es que el equipo al cual pertenezcan no sólo dependerá del resto de los integrantes, sino de ellos mismos.

Gracias al vínculo de dependencia que se crea de forma automática, cooperación y ganas de salir victoriosos, los niños adquirirán el poder de dar a conocer sus pensamientos y sentimientos, logrando además auspiciar su autoestima y capacidad de interrelación.

  • Autoestima

Los deportes que impliquen la integración de varios niños, son ideales para incrementar la autoestima.

La autoestima normalmente tiende a verse afectada en la niñez y adolescencia dado a que el cuerpo pasa por cambios drásticos y notorios. Algunos se sienten mal por ser gorditos o delgados, muy altos o pequeños, tener acné, etc. En fin, para ellos la diversidad de cambios les impide tratar con la sociedad por no sentirse bien. Pero con la práctica de un deporte grupal, esa baja autoestima incrementará al sentirse activos, por tener el poder de manejar su cuerpo y ser incluidos en una actividad deportiva.

  • Estudios

Tan grande es la ventaja que les otorga el deporte a los niños, que existen estadísticas que demuestran que practicar deporte siendo muy pequeño, incrementa las posibilidades de alcanzar el éxito en el área de los estudios. Y es que el deporte en sí impulsa a distribuir correctamente el tiempo. La razón de tal distribución es sencilla, pues tus pequeños se verán en la necesidad de trabajar con dos horarios: el académico y deportivo, obligándolos a cumplir con ambas labores, siendo eficientes y sin descuidar ninguna.

Por otro lado, les enseñará a trazar objetivos a corto, mediano y largo plazo. Es decir, será frecuente escucharlos mencionar que dentro de dos meses perfeccionarán sus técnicas, o que en diez años serán abogados, médicos, ingenieros o chefs.

El simple hecho de que el deporte les permita plantearse metas, es completamente bueno debido a que les garantizará tener un excelente futuro académico.

  • Destrezas

En efecto, cada vez sus tácticas se harán mejores en el deporte que practiquen. Pero más allá de mejorar sus técnicas deportivas, desarrollarán con mayor facilidad su poder de dirigir, trabajar con otras personas y capacidad de resolución de problemas.

La única forma de conseguir las mencionadas destrezas, no sólo se obtienen mediante la práctica deportiva. No obstante, sí las incrementan y perfeccionan, y al momento en que sean adultos y adquieran más responsabilidades, les servirán para afrontarlas con absoluto control.

  • Interacción

Por lo general, relacionarse con los demás es un punto difícil en muchos niños. Pero el deporte es el intermediario que servirá para que éstos logren establecer vínculos con su entorno, y más rápido todavía porque de por medio hay intereses comunes que se centran en una sola cosa: practicar el mismo deporte. Además, son de edades cercanas y es posible que tengan gustos comunes.

  • Concentración

Estudios también afirman que la práctica deportiva desde la niñez mejora el poder de la concentración, específicamente a lo largo del día.

Si eres de esos padres que piensan o consideran que los niños necesariamente deben pasar el resto del día dedicados a sus estudios y sin distraerse, por catalogar al deporte como la causa que se encarga de quitarles tiempo en la obtención de buenos resultados, no estás en lo correcto. Por el contrario, si le suman a sus actividades académicas practicar voleibol, básquet u otro deporte, su rendimiento escolar será mayor.

  • Emociones

Las emociones se definen como las reacciones que todo ser humano siente. Su influencia en todos no es igual. Ese nivel de influencia, bien sea negativo o positivo, dependerá de qué tanto puede la persona mantenerlas en equilibrio, y es algo que dependerá de cómo fueron manejadas desde pequeño.

En verdad está bien sentir euforia o alegría, y es completamente normal sentirse algunas veces triste o molesto, pero cuando se es pequeño, son situaciones en las que es trascendental controlarlas debido a que podría traer consecuencias perjudiciales.

El deporte ayuda a aprender a controlarlas puesto que disminuye la tensión frente a momentos emocionales difíciles y hasta en pequeños inconvenientes que requieren del dominio sobre las mismas.

  • Virtudes

Si los niños cuando llegan a casa, descansan un rato, comen, adelantan sus tareas, cumplen sus deberes en el hogar y se alistan para acudir a la práctica de su deporte, implica varias cosas, entre ellas: sentirse motivados en seguir practicándolo, estar atentos con la finalidad de aprenderlo y dominarlo, y nunca desistir hasta ver los resultados que esperan. Dicho proceso supone el desarrollo constante de virtudes que irán mejorando según vayan practicándolo. Y no se trata de cualquier tipo de virtudes, sino de virtudes que les servirán como herramientas para saber cómo desenvolverse en el día a día. Dentro del grupo de virtudes que más notarás en tu hijo, se encuentran: ser tolerante, cauteloso, disciplinado, comprometido y entusiasta.

  • Superación

No todas las personas tienen el poder de querer superarse una y otra vez, y lograrlo, evitando siempre caer en la obsesión.

Casi siempre ese deseo se ve en la edad adulta, aunque se puede aplicar desde pequeño con ayuda del deporte. Con él, tu hijo tendrá en sus manos las armas para conocer la forma de superarse y ser mejor persona. Llega incluso a subir más escalones cada día y a no ser conformista. También aumenta el aprecio sobre sí mismo al tener confianza, lo que le permite percibir que sí puede conseguir más de lo que parece.

  • Esfuerzo

Cada deporte lleva en sí dolor y esfuerzo, y eso es algo que los niños irán experimentando a medida en que vayan practicando deporte. Sin embargo, son dos factores que le debes explicar con antelación a tu pequeño para que se vaya representando una idea de lo que le tocará pasar. Pero debes tener cuidado de no asustarlo, pues en vez de estimularlo, posiblemente conseguirás alejarlo por temor a sufrir al inicio. La clave es que se dé cuenta que más que entretenimiento y diversión, es una actividad que le otorgará ser una persona fuerte que le traerá grandes ventajas y fortalezas, como saber soportar el dolor y considerar los resultados que verá.

En definitiva, es un aprendizaje próspero que poco a poco le servirá para tener presente que el esfuerzo es necesario en todos los aspectos de la vida, y que sí puede hacerlo pese a lo difícil que parezca.

  • Tiempo

El día tiene 24 horas, tiempo suficiente para realizar no una sino varias actividades.

Los niños efectivamente no pueden ni deben cumplir con las mismas obligaciones que tienen los adultos, pues todo es en su debido momento. Es decir, trabajar para mantener el hogar o pagar los estudios, es tarea tuya, el pequeño debe cumplir con el colegio y demás tareas acorde a su edad. Entonces, tiempo es lo que le sobra, así que no hay otra mejor manera que lo destine, que en algún deporte.

Ahora bien, practicarlo supone dedicarle tiempo. Por eso se recomienda practicarlo diariamente, de lunes a viernes. De esa manera el pequeño deberá ajustar sus horarios con el objetivo de poder cumplir con todo (estudios, deporte, amigos, familia, tareas domésticas, mascota, etc.) y no dejar nada por fuera.

Con sólo organizar su día, sabrá la cantidad de cosas que puede hacer en 24 horas, permitiéndole ser productivo en el ámbito personal y profesional. O sea, mantenerlos ocupados con el deporte, en efecto los apartará del ocio o de perder el tiempo sin hacer algo productivo.

Recuerda que son niños, y lo que más tienen son opciones de ocio para nada dificultosas de hacer, que no les genera motivación y energía, cumplimiento de objetivos o beneficios sobre su salud física y mental. Con el deporte sí podrán contrarrestar sus largas horas de inactividad.

  • Descanso

El deporte, sin importar lo intenso que puede llegar a ser, hace que los niños que lo practiquen descansen mejor y duerman tranquilamente. Asimismo, les relaja el cuerpo y fomenta la descarga de la tensión de nervios que pudieron haber almacenado durante varios días.

Con la gran ventaja de poder descansar de manera eficaz, no tendrás que estar llamándolos muchas veces para que se despierten. Ellos mismos se levantarán de sus camas y empezarán su día activos y con una sonrisa en el rostro. De hecho no verás en tu hijo una cara de molestia por tener que levantarse tan temprano.

  • Bienestar

Otro de los efectos positivos del deporte en los niños es que se sentirán bien consigo mismos y al instante. Dicha sensación es originada por la liberación de unas hormonas que de seguro has escuchado en reiteradas oportunidades: endorfinas. Ellas son las responsables de hacer más sencilla la generación de la sensación de placer y vitalidad, pues derivan de cambios bioquímicos que suceden siempre que al cuerpo se le brinda actividad física.

Que los niños obtengan ese aporte de bienestar por medio del deporte, también les servirá para dar la cara ante situaciones un poco negativas.

¡Práctica deportiva en familia!

En algunos niños, comenzar a hacer actividades deportivas puede resultar algo complejo, bien sea por disgusto, pereza o problemas de autoestima. Hay muchas maneras de impulsarlos a adentrarse en el ejercicio físico, como por ejemplo, dándoles a entender los múltiples y excelentes beneficios que el deporte les puede brindar a corto y largo plazo. No obstante, una de las formas con mayor eficacia consiste en practicar algún deporte en familia.

Súmate a su rutina deportiva practicando cualquier deporte, aunque sea un par de veces a la semana, o incluso los sábados y domingos, pues tú eres su principal apoyo.